Desde hace más de 40 años muchos médicos estudian las propiedades curativas de esta fruta nativa de la Polinesia y que los lugareños utilizaban miles de años atrás para curar enfermedades como el asma, diabetes, artritis y cáncer.
Noni es el nombre hawaiano común que se utiliza para denominar a esta fruta de la Polinesia Dorinda citrifolia. Además de encontrarse en la Polinesia también puede verse en Australia, Malasia, India y el sureste de Asia.
Para dar una cierta idea de su apariencia a quien no conoce, la fruta de noni es del tamaño de una patata y tiene una apariencia grumosa, su cáscara es cerosa y traslúcida. Su color puede variar desde el verde y negro.
Estudios científicos realizados más actualmente han demostrado que el jugo de este fruto reduce la presión sanguínea y la inflamación de las articulaciones, también detiene las infecciones internas y externas, despeja las congestiones y hasta evita el crecimiento de células precancerosas.
Además, un investigador, el Dr. Ralph Heiniche, quien ha trabajado en la Universidad de Hawai, ha identificado que el fruto de noni contiene una proenzima que estimula al cuerpo humano a producir xeronina, un elemento vital para las moléculas proteínicas del cuerpo.
Debido a sus propiedades fortalecedoras de las proteínas, la xeronina alcaloidea afecta potencialmente el cuerpo humano en una multitud de maneras que pueden ser desde el incremento en la vitalidad hasta la reducción de la dependencia de las drogas.
La utilización de la xeronina de este fruto en las heridas de quemaduras externas y tejidos infectados ha acelerado en forma notable el tiempo necesario para que estos tejidos se reparen solos.
El noni es un agente curativo asombroso, sin embargo, existen algunos inconvenientes en su utilización práctica. Esto se debe a que su sabor es desagradable al paladar por lo que no es muy bien recibido.
El jugo de noni se comercializa envasado y en su proceso se ha tratado de mejorar su sabor. Los aborígenes los consumían para curar afecciones como aftas, reumatismo, lombrices intestinales, fiebres e infecciones de la piel.
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